Existen zonas tan importantes para la higiene y el cuidado de nuestros peluditos, una de ellas son sus orejas, un área que requiere de especial cuidado, siempre con los mejores hábitos, dependiendo de la raza y forma de las orejas, tu perro puede necesitar mayores cuidados.
Algunos caninos de oreja colgante, como el Cocker o el Basset Hound, tienen el conducto más cerrado y son más propensos a acumular suciedad y parásitos por ello requieren de un cuidado más especial y profesional, a continuación compartimos algunos puntos claves antes de intentarlo en casa.
- Con las manos bien limpias y en un sitio bien iluminado, examinaremos las orejas del perro para localizar la suciedad que pudiera tener.
- La parte exterior de las orejas resulta más fácil de limpiar. Con un trozo de gasa impregnada de una solución específica para la limpieza de sus oídos, levantaremos la oreja y la limpiaremos suavemente haciendo círculos. Repetir el proceso en la otra oreja con una gasa nueva.
- Para limpiar la parte interior del oído, dejaremos caer unas gotas de la solución dentro del canal auditivo y a continuación limpiaremos con una gasa limpia enrollada en nuestro dedo.
- Es conveniente no utilizar nunca la misma gasa para ambos oídos, ya que si tiene una infección en uno, se la pasaremos al otro, sustituiremos la gasa para cada uno.
- Nunca uses hisopo, pues podemos provocarle daños irreparables, incluso sordera, tampoco algodón u otro material que desprenda fibra.
- No apliques agua ni otros líquidos, usa una solución especial, ni improvises.
Identifica posibles problemas de oido en el proceso, previene el exceso de humedad, la presencia de cuerpos extraños y evita depilar excesivamente las orejas de tu canino, el pelo tiene una función protectora natural ante las amenazas externas.
¡No dejes de amar y consentir a tu mejor amigo!